Su origen se debe a la propuesta del por entonces estudiante y luego destacado arqueólogo Salvador Debenedetti en 1902, cuando era presidente del centro de estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Su propuesta fue aceptada para la facultad, y luego extendida a todo el país.
Los festejos del día del estudiante son prácticamente los mismos que los de la celebración del Día de la primavera. La juventud es protagonista. Y ya es tradición el festejo con espectáculos en vivo de todo tipo y al aire libre. La consigna es reunirse con amigos, pasar un día de picnic y aprovechar los espacios abiertos.
